El Vuelo del Fénix

151 Juan José Bautista Segales a producir la subjetividad de los nuevos seres humanos que van a pro- ducir la nueva realidad deseada y anhelada. Pero también porque necesitamos reproducir una voluntad de vida en nuestros pueblos, acorde al tipo de proyecto revolucionario que queremos. Parece entonces que todo empieza con la producción de otro tipo de consumo, es decir, con la producción de un tipo de sub- jetividad, y ésta, parece que empieza con la producción y el consumo de los satisfactores inmediatos de la vida humana, acordes al proyecto político y de vida que tienen los pueblos revolucionarios. Cuando el contenido del objeto de consumo es acorde al tipo de transformación o revolución que se quiere producir, la subjetividad producida por ese tipo de consumo deviene en productora de esa nueva realidad conteni- da en la intencionalidad puesta en la producción del nuevo consumo. Pero, por más paradójico que parezca, la claridad de este proble- ma la tuvieron y tienen nuestros pueblos originarios, y no de ahora, sino desde hace siglos, por eso se han mantenido hasta ahora, después de tantos siglos de explotación, humillación, marginación y negación. Por eso decimos que parte del problema de la colonización moderna, radica en el tipo de consumo que ésta impuso, porque cuando he- mos caído en esta forma de consumo, ya estamos colonizados, aunque nuestro discurso sea descolonizador. Para terminar; esta reflexión nos condujo a una pregunta similar a la que Marx se hizo varias veces, ¿por dónde debiera empezar una revolución? El marxismo del siglo XX ha respondido casi de modo unánime por la modernización, la educación y el desarrollo de la in- dustrialización. Pareciera que ahora, debiéramos empezar por la pro- ducción de un nuevo tipo de consumo, acorde a esta nueva subjetivi- dad y voluntad de liberación de todo tipo de injusticia. Por ello hablamos de la producción de una Comunidad trans-mo- derna y post-occidental, porque si bien es cierto que somos pueblos del Sur, nuestro sentido no es hacia occidente. La filosofía moderna dice que la civilización humana empezó en el oriente, y que su desa- rrollo es hacia el occidente. Nosotros decimos que no todo se originó en el oriente, sino también en el sur, por eso decimos que nuestro norte, está ahora en el Sur. Pero no es un sur geográfico, sino existen- cial. Por ello afirmamos que en última instancia, el pasaje de la so- ciedad moderna a la comunidad trans-moderna, es también el pasaje de América Latina, hacia Amerindia, hacia el Abya Yala. Y esto, no es sólo un cambio de paradigma, sino de civilización. Si somos conscien- tes de esto, nuestros procesos dejarán de ser vistos como meros ciclos progresistas o de cambio. Pareciera que las más grandes transformaciones y revoluciones empiezan con las cosas más sencillas, las más cotidianas, las apa-

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=