El Vuelo del Fénix

EL VUELO DEL FÉNIX 150 duos egoístas y egocéntricos que sólo buscan su propio bienestar, es decir, de haber sido pueblo o comunidad , nos convertimos poco a poco en sociedad moderna . Y cuanto más modernos nos volvemos, menos estamos dispuestos a dar la vida por el prójimo, por la revolución, la humanidad o la naturaleza. Parte del fetichismo de la mercancía, consiste en no ver, en el aparecer de la mercancía, estas relaciones de dominio y explotación. No sólo que no lo vemos, sino que ya no podemos verlos y a veces, no queremos verlo, pero, están contenidas en la mercancía, aunque no lo veamos, por eso llegan baratas al mercado. Porque si al productor se le hubiese pagado el salario justo, la mercancía costaría mucho más. Si esto es así, ¿cómo podemos producir un tipo de consumo que exija otro tipo de producción distinto del capitalista? Necesitamos te- ner conciencia clara de lo que significa la Comunidad para ir más allá del capitalismo. Pero, ya no estamos hablando de la comunidad feu- dal o primitivo-europea, o asiática, sino de la idea de Comunidad que nuestros pueblos han producido, que no son ni feudales, ni asiáticos. Necesitamos tener conciencia de que las formas de vida anteriores a la modernidad, no son en sí mismas inferiores, atrasadas o subdesarro- lladas, como las hace ver la modernidad. Son mucho más racionales de lo que nos imaginamos. Para hacer la transición al socialismo del siglo XXI , al socialismo comunitario , o a cualquier otra forma de vida, distinta del capitalis- mo, necesitamos producir otro tipo de consumo, en cuyo contenido esté fácticamente presente, nuestra propia intencionalidad de solida- ridad y de comunidad. Porque cuando el productor produce, siempre lo hace con un tipo de intencionalidad, el cual es el contenido de su producto. Y cuando se realiza por el consumo esa producción, en- tonces se puede desarrollar esa otra forma de producción . Decimos que somos socialistas, marxistas, revolucionarios, etc., pero paralela- mente, no nos hacemos ningún problema consumiendo mercancías capitalistas, empezando por la coca cola, las hamburguesas McDo- nalds, etc., etc. Sabemos que hace daño y que es mala para la salud, pero igual, la seguimos consumiendo. Cuando decimos que necesitamos consumir lo que producimos, lo que estamos queriendo decir, es que, tenemos que producir un tipo de producción cuyo contenido no sean las relaciones de dominio. Y esto, no sólo porque necesitamos de otra subjetividad, sino, porque necesitamos producir otra objetividad, o sea otra realidad distinta de la del capitalismo y la modernidad. Porque solamente una subjetivi- dad distinta puede producir otra objetividad como realidad distinta a la del capitalismo y la modernidad. Por eso mismo las grandes revolu- ciones empiezan siendo democráticas y culturales, porque se abocan

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=