El Vuelo del Fénix

147 Juan José Bautista Segales pitalista, la sociedad moderna permite el desarrollo del capitalismo. Pero a su vez, gracias a este tipo de consumo, la sociedad puede pro- ducir su propia forma de ampliación y desarrollo cultural en términos de modernidad. Cuando por el consumo realizamos a la producción capitalista, des-realizamos otras formas de producción, las convertimos en invia- bles, obsoletas, e imposibles de ser desarrolladas. Por ello es que el consumo de la producción capitalista es una literal negación de la producción no capitalista. En nuestra opinión, el más allá de la sociedad moderna, estaría contenido en las condiciones existenciales que produjeron milenaria- mente las formas comunitarias de vida. En este sentido no hablamos de volver a las comunidades anteriores a la invasión europea y moder- na desde 1492, sino de ver cómo es que desde el presente podemos re- cuperar el contenido de esas formas comunitarias de vida que hasta el día de hoy, cinco siglos después de la imposición de formas sociales de vida, no han desaparecido del todo y que cada vez más aparecen como una alternativa real. Y que como dice el propio Marx, en apariencia fueron superados, es decir formalmente, pero no de hecho, porque no sólo que siguen existiendo, sino que ahora aparecen cada vez más como alternativas viables frente al cataclismo que produce a diario el capitalismo extractivista. Este tema nos apareció a mediados del noventa del siglo pasado, cuando nos atrevimos a pensar Marx, desde la experiencia cultural e histórica de los pueblos originarios, los cuales son constitutivamente comunitarios. Desde el principio nos dimos cuenta que intentar pen- sar a nuestros pueblos con categorías provenientes del pensamien- to europeo u occidental era una empresa condenada al fracaso, por eso nos dimos a la tarea de producir conceptos y categorías propias, pensadas desde América Latina . Después de constatar que en el con- tenido de los conceptos y categorías de la ciencia social y la filosofía modernas, lo que está contenido, es sólo la visión de la realidad que tienen los países de primer mundo. En cambio, nuestros problemas y concepciones, están literalmente fuera de su marco categorial. Por eso no nos ayudan ni a conocernos, ni a conocer esta otra forma de ver y de relacionarse con la realidad. Con Marx descubrimos que la sociedad moderna, es ese conglo- merado humano que articula al individuo moderno y egoísta, que se preocupa sólo por sus intereses. Esto es, el capitalismo, para poder desarrollarse, necesita desarrollar también al egoísmo de la subjeti- vidad de la sociedad moderna, es decir, necesita producir individuos egoístas que luchen en contra de otros individuos para realizar sólo su propio egoísmo.

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