El Vuelo del Fénix

141 Juan José Bautista Segales desarrollado a partir de los problemas que nuestro presente plantea al pensar, pero también respetando el sentido con el que Marx había pro- ducido toda su obra, que en última instancia se podría reducir a una pregunta: ¿por qué Marx critica y cuestiona al capital? Básicamente porque destruye sistemáticamente las dos únicas fuentes desde donde se puede producir riqueza, que son: el trabajo humano (vivo) y la na- turaleza; esto es, porque destruye sistemáticamente y a una velocidad vertiginosa (por la industrialización y la automatización), todo tipo de relaciones humanas intersubjetivas (cualitativas) que la humanidad ha producido a lo largo de milenios, para hacerlas funcionar de acuer- do a la lógica del capital (que privilegia sólo la dimensión cuantitativa, o sea calculable). Justamente por ello Dussel termina su trilogía afirmando algo in- sólito para el marxismo contemporáneo, que El Capital de Marx, es una ética. Porque para Dussel la ética no es moral, en este preciso sentido es que no es óntica o sea valórica, pero tampoco es una ética ontológica, sino que la ética, porque es trans-ontológica, es crítica de toda ontología o proceso de ontologización, en el sentido de totaliza- ción. Así tenemos pues que El Capital de Marx es una ética crítica para Dussel, porque es crítica radical del mercado moderno, y del proceso de ontologización del capital, y por eso mismo sigue siendo vigente Marx para nuestro tiempo. Y seguirá siéndolo mientras haya alguien que quiera cuestionar el constante proceso de acumulación de capital a escala mundial, lo que implica el constante incremento de miseria a nivel planetario, lo cual implica a su vez la explotación y destrucción sistemática de la naturaleza, la cual es finita, al igual que la fuerza de trabajo vivo. El capital neoliberal concibe a estas dos fuentes como infinitas, por eso no entiende el proceso de destrucción de estas dos únicas fuentes des- de donde se puede extraer riqueza, que son finitas, como todo lo que existe debajo del cielo. Cuando en 1989 estaba terminando de escribir su trilogía sobre Marx, Dussel estaba pensando en cómo incorporar este Marx que ha- bía descubierto en su obra filosófica y entonces sucedieron dos acon- tecimientos sumamente importantes para Dussel y para todos noso- tros. Primero, en noviembre del 89 se cayó el muro de Berlín (después el 91 empezó el derrumbe de la Unión Soviética) y luego a Dussel le invitaron al primer encuentro internacional de filosofía intercultural al cual también estaba invitado un filósofo alemán al cual nosotros no conocíamos; Karl Otto Apel. Hasta 1990 Dussel había hecho una revisión en profundidad de la producción teórica del Marx más maduro. Es cierto que las categorías que había descubierto en la obra de Marx le habían permitido afir-

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