El Vuelo del Fénix

107 José Guadalupe Gandarilla Salgado acarrea en cuanto a la cosificación del mundo y a la reificación del metabolismo establecido del sujeto sobre el objeto. Las consecuen- cias de este proceso no se restringen al plano económico, éste no es sino un ámbito dentro de una esfera más amplia (la de la produc- ción, que por ser tal no solo demanda la interrelación de la economía con la política sino un enfoque correspondiente, el de la Crítica de la economía política , que por ello ha de ser, finalmente, en Marx, el subtítulo elegido de la obra). Procediendo así, las consecuencias del nuevo planteamiento, para Lukács, no son meramente fenomenoló- gicas sino de carácter ontológico, de ahí que el mirador poliédrico de este proceso global reclama así un avance que vaya más allá de las fronteras filosóficas que por aquel tiempo estaban proponiéndose desde el lado del racionalismo kantiano o la reducción fenomenolo- gía. La propuesta lukácsiana que impactará a los primeros brotes de la teoría crítica de la escuela de Frankfurt y a prácticamente todo el marxismo del siglo veinte va en la línea de establecer la distinción y semejanza de la dialéctica en Hegel y Marx, la detección de sus con- tinuidades y sus discontinuidades. Esto corresponde a la cuestión de extraer las consecuencias metodológicas de operar con la dialéctica, que para el Marx de El Capital no significan otra cosa que operar con una determinada ontología sin caer en la ontologización, esto es, operar con la pregunta epistemológica del cómo pensar (con base en la dialéctica del desarrollo del concepto, en este caso, del con- cepto de capital) y filosóficamente respecto al qué pensar (esto es, la totalidad del capital desde un mirador privilegiado, la producción y reproducción de la vida material). Y este lugar de privilegio reservado a la cuestión de la produc- ción deriva justamente del desenvolvimiento de la cosa misma y de la recuperación (investigación) y exposición del concepto/mundo del capital (sistemática, en cada uno de sus momentos, e histórica, en cuanto ilustración histórica de las categorías y sus leyes tendenciales). Marx debe entonces comenzar por establecer el punto de partida que es como la piedra de toque de la arquitectónica categorial. Para Marx, no puede residir sino en la mercancía y el espacio conjetural (inter- cambio mercantil simple) desde el que estalla hasta volverse forma general, así lo establece: La circulación simple, es, más que nada, esa esfera abstracta del proce- so de producción burgués en su conjunto, una esfera que en virtud de sus propias determinaciones se acredita como momento, mera forma de manifestación de un proceso más profundo situado detrás de ella , que deriva de ella y a la vez la produce: el capital industrial (Marx, 2009- 3:188, énfasis propio).

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