1917

32 por los intereses de una pequeña capa superior, como con harta fre- cuencia han tratado de hacer creer a los obreros los reformistas, sino que los proletarios actuaran realmente como vanguardia de la ma- yoría de los explotados, incorporaran esa mayoría a la lucha, como ocurrió en Rusia en 1905 y como deberá suceder y sucederá sin duda alguna en la futura revolución proletaria en Europa» 4 . El comienzo de 1905 trajo la primera gran ola del movi- miento huelguístico, extendido por todo el país. En la primavera de ese mismo año observamos ya el despertar del primer gran mo- vimiento campesino , no solo económico, sino también político, ha- bido en Rusia. Para comprender la importancia de ese hecho, que representa un viraje en la historia, hay que recordar que los campe- sinos no se emanciparon en Rusia de la más penosa dependencia feudal hasta 1861, que son en su mayoría analfabetos y que viven en una miseria indescriptible, abrumados por los terratenientes, embrutecidos por los curas y aislados unos de otros por enormes distancias y por la falta casi absoluta de caminos. Rusia vio por primera vez un movimiento revolucionario contra el zarismo en 1825, pero ese movimiento fue casi exclusiva- mente cosa de la nobleza. Desde entonces y hasta 1881, año en que Alejandro II es muerto por los terroristas, se encontraron al frente del movimiento intelectuales salidos de las capas medias, quienes dieron pruebas del más grande espíritu de sacrificio, suscitando con su he- roico método terrorista de lucha el asombro del mundo entero. Es indudable que estas víctimas no cayeron en vano, que contribuyeron —directa o indirectamente— a la educación revolucionaria del pueblo ruso en años posteriores. Sin embargo, no alcanzaron ni po- dían alcanzar su objetivo inmediato: despertar la revolución popular. Esto solo lo consiguió la lucha revolucionaria del proleta- riado. Solo la oleada de huelgas de masas, extendida por todo el país a consecuencia de las duras lecciones de la guerra imperialista ruso-japonesa, despertó a las amplias masas campesinas de su sueño letárgico. La palabra «huelguista» adquirió para los campesinos un sentido completamente nuevo, viniendo a ser algo así como rebelde 4 En el manuscrito están tachados los cuatro párrafos anteriores (Nota de la edición rusa).

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