1917

25 Informe sobre la revolución de 1905 1 J óvenes amigos y camaradas: Hoy se cumple el duodécimo aniversario del «Domingo San- griento», considerado con plena razón como el comienzo de la re- volución rusa. Millares de obreros —gentes no socialdemócratas, sino creyentes, súbditos leales— dirigidos por un sacerdote llamado Gapón, concurren de todas las partes de la ciudad al centro de la capital, a la plaza del Palacio de Invierno, para entregar una peti- ción al zar. Los obreros llevan íconos; su jefe de entonces, Gapón, se había dirigido al zar por escrito, garantizándole la seguridad per- sonal y rogándole que se presentara ante el pueblo. Se llama a las tropas. Ulanos y cosacos se lanzan sobre la mul- titud con el sable desenvainado, ametrallan a los inermes obreros, que puestos de rodillas suplicaban a los cosacos que se les permitiera ver al zar. Según los partes policíacos, hubo más de mil muertos y dos mil heridos. La indignación de los obreros era indescriptible. Tal es, en sus rasgos más generales, el cuadro del 22 de enero de 1905, del «Domingo Sangriento». Para que comprendan mejor la significación histórica de este acontecimiento, voy a leer algunos pasajes de la petición que for- mulaban los obreros. La petición comienza con estas palabras: 1 Conferencia pronunciada en alemán el 9 (22) de enero de 1917, en la Casa del Pueblo de Zúrich, ante una asamblea de jóvenes obreros suizos. Publicada por primera vez el 22 de enero de 1925 en el periódico Pravda.

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