1917
        
 374 que en justicia debe ser la suya. «El que no trabaja, no come»: este es el mandamiento práctico del socialismo. Esto es lo que hay que orga- nizar prácticamente . Estos son los éxitos prácticos que deben llenar de orgullo a nuestras «comunas» y a nuestros organizadores obreros, campesinos e —con mayor motivo— intelectuales (con mayor mo- tivo porque estos últimos están muy acostumbrados, demasiado acostumbrados a enorgullecerse de sus indicaciones y resoluciones de carácter general). Deben elaborarse y comprobarse prácticamente por las co- munas mismas, por las pequeñas células, en el campo y en las ciu- dades, millares de formas y métodos prácticos de contabilidad y de control sobre los ricos, los pillos y los parásitos. La variedad es aquí una garantía de vitalidad, una prenda del éxito en la conse- cución del fin común y único: el de limpiar el suelo de Rusia de todos los insectos nocivos, pulgas (pillos), chinches (ricos), etc. En un lugar se encarcelará a una docena de ricos, a una docena de pi- llos, a media docena de obreros que huyen del trabajo (del mismo modo desvergonzado como lo hacen en Petrogrado numerosos ti- pógrafos, sobre todo en las imprentas del Partido). En otro se les obligará a limpiar las letrinas; en un tercero se les dará, al salir de la cárcel, carnets amarillos para que todo el pueblo los vigile como seres nocivos , mientras no se enmienden. En otro, se fusilará en el acto a un parásito de cada diez. En otro más se idearán combina- ciones de diversos modos y medios y se recurrirá, por ejemplo, a la libertad condicional de los ricos, de los intelectuales burgueses, de los pillos y de los maleantes susceptibles de enmienda rápida. Cuanto más variada, tanto mejor y más rica será la experiencia común, más segura y rápidamente triunfará el socialismo y más fácilmente determinará la práctica —porque esta es la única que puede hacerlo— los mejores procedimientos y medios de lucha. ¿En qué comuna, en qué barrio de gran ciudad, en qué fá- brica, en qué aldea no hay hambrientos, no hay parados, no hay ricos parásitos, no hay granujas, lacayos de la burguesía, saboteadores, que se hacen llamar intelectuales? ¿Dónde se ha hecho más para au- mentar el rendimiento del trabajo, para construir nuevas y buenas casas para los pobres, para alojar a los pobres en las casas de los ricos,
        
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