1917

366 desarrollar sus capacidades, revelar los talentos que en el pueblo forman un manantial inagotable y que el capitalismo pisoteaba, oprimía y ahogaba por miles y millones. Nuestra tarea hoy, con un gobierno socialista en el poder, es organizar la emulación. Los lacayos y paniaguados de la burguesía han presentado el socialismo bajo el aspecto de un típico cuartel gris, uniforme, monótono y penetrado de espíritu oficinesco. Los criados de la caja de caudales, los lacayos de los explotadores —los señores intelec- tuales burgueses— han hecho del socialismo un «espantajo» para el pueblo, que se ve condenado precisamente bajo el capitalismo a una vida de presidio y cuartel, de trabajo monótono y agotador, a una vida semihambrienta y de triste miseria. La confiscación de las propiedades de los terratenientes, la implantación del control obrero, la nacionalización de la banca constituyen el primer paso hacia la emancipación de los trabajadores encerrados en ese pre- sidio. La nacionalización de las fábricas, la organización obligatoria de toda la población en sociedades de consumo, que también serán sociedades de venta de productos, el monopolio del Estado sobre el comercio del trigo y de otros artículos necesarios serán las medidas que han de seguir. Solo ahora adquieren la posibilidad de manifestarse, amplia y realmente de un modo general, el espíritu emprendedor, la emu- lación y la iniciativa audaz. Cada una de las fábricas, cuyo dueño haya sido lanzado a la calle o, cuando menos, metido en cintura por un verdadero control obrero; cada una de las aldeas donde se ha expulsado al terrateniente explotador, cuyas tierras han sido confis- cadas, es ahora, y solo ahora, campo de acción donde el hombre de trabajo puede manifestarse en todo su valor, enderezar un poco el espinazo, erguirse, sentirse hombre. Por primera vez, después de siglos trabajando para los demás, bajo el yugo, para los explota- dores, se tiene la posibilidad de trabajar para sí mismo y de trabajar beneficiándose de todas las conquistas de la cultura y de la técnica más moderna. Esta sustitución del trabajo esclavizado por el trabajo para sí mismos —el cambio más grande que conoce la historia de la

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