1917
356 Sabemos que es una medida compleja. Nadie de nosotros, ni siquiera los que tienen conocimientos económicos, se comprome- tería a llevarla a la práctica. Llamaremos a los especialistas dedicados a esos asuntos, pero solo cuando tengamos las llaves en la mano. Entonces sabremos incluso encontrar asesores entre los exmillona- rios. Quienes deseen trabajar serán recibidos con los brazos abiertos, siempre que no convierta en letra muerta cualquier iniciativa revo- lucionaria: no picaremos ese anzuelo. Las palabras «dictadura del proletariado» las pronunciamos en serio y la llevaremos a la práctica. Queríamos seguir el camino del acuerdo con los bancos y les dimos créditos para subsidiar las empresas, pero ellos empren- dieron un sabotaje de proporciones inauditas y la práctica nos llevó a ejercer el control con otras medidas. El camarada eserista de izquierda ha dicho que ellos votarán en principio a favor de la inmediata nacionalización de los bancos para, después, determinar las medidas prácticas en el plazo más breve. Mas eso es un error, pues nuestro proyecto contiene única- mente principios. El Consejo Superior de Economía Nacional está esperando ya para discutirlos, pero la no aprobación del decreto conducirá en el acto a que los bancos adopten todas las medidas para desorganizar al máximo la economía. La aprobación del decreto es inaplazable, pues de otro modo nos hundirán la resistencia y el sabotaje. ( Aplausos que se trans- forman en ovación ).
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=