1917
320 Esta es la paz cuya aceptación inmediata propone el gobierno de Rusia a todos los pueblos beligerantes, declarándose dispuesto a hacer, sin dilación alguna, cuantas gestiones enérgicas sean necesa- rias hasta la ratificación definitiva de todas las condiciones de una paz semejante por las asambleas autorizadas de los representantes del pueblo de todos los países y de todas las naciones. De acuerdo con la conciencia jurídica de la democracia en ge- neral, y de las clases trabajadoras en particular, el gobierno entiende por anexión o conquista de territorios ajenos, toda incorporación a un Estado grande o poderoso de una nacionalidad pequeña o débil, sin el deseo ni el consentimiento explícita, clara y libremente expre- sado por esta última, independientemente de la época en que se haya realizado esa incorporación forzosa, independientemente asimismo del grado de desarrollo o de atraso de la nación anexionada o mante- nida por la fuerza en los límites de un Estado, independientemente, en fin, de si dicha nación se encuentra en Europa o en los lejanos países de ultramar. Si una nación cualquiera es mantenida por la fuerza en los límites de un Estado; si, a pesar del deseo expresado por ella —in- dependientemente de si lo ha hecho en la prensa, en las asambleas po- pulares, en los acuerdos de los partidos o en movimientos de rebeldía e insurrecciones contra la opresión nacional—, no se le concede el derecho de decidir en una votación libre, sin la menor coacción, des- pués de la completa retirada de las tropas de la nación conquistadora o, en general, más poderosa, la cuestión de las formas estatales de su existencia, la incorporación de esa nación al Estado constituye una anexión, es decir, una conquista y un acto de violencia. El gobierno considera que continuar esta guerra por el reparto entre las naciones fuertes y ricas de los pueblos débiles conquistados por ellas es el mayor crimen contra la humanidad y proclama so- lemnemente su resolución de firmar sin demora unas cláusulas de paz que pongan fin a esta guerra en las condiciones indicadas, igualmente justas para todas las nacionalidades, sin excepción. El gobierno declara al mismo tiempo que en modo alguno considera un ultimátum las condiciones de paz antes indicadas, es decir, que está dispuesto a examinar cualesquiera otras condiciones
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