1917
304 … Pero nosotros no tenemos siquiera firmes vínculos con los fe- rroviarios y los empleados de Correos. Sus representantes oficiales son los Planson. ¿Y es que se puede triunfar sin Correos y sin los ferrocarriles?… Sí, sí, los Planson aquí y los Liberdán allí. ¿Qué confianza les han expresado las masas ? ¿No hemos sido nosotros quienes hemos demostrado siempre que esos líderes traicionaban a las masas ? ¿No ha sido a esos líderes a los que las masas han vuelto la espalda para ponerse a nuestro lado en las elecciones en Moscú y en las elecciones a los Soviets? ¿O es que las masas de ferroviarios y empleados de Co- rreos no pasan hambre, no se declaran en huelga contra el Gobierno Kerenski y Compañía? «Y antes del 28 de febrero, ¿teníamos vínculos con esos sindi- catos?», preguntó un camarada al «pesimista». Este respondió que es imposible comparar ambas revoluciones. Mas esa respuesta no hace más que afianzar la posición de quien formuló la pregunta. Porque precisamente los bolcheviques hemos hablado miles de veces de la larga preparación de la revolución proletaria contra la burguesía (y no hemos hablado para olvidarlo la víspera del mo- mento decisivo). La vida política y económica de los sindicatos de Correos y Telégrafos y de ferroviarios se caracteriza precisamente por el hecho de que los elementos proletarios de las masas se se- paran de los medios dirigentes pequeñoburgueses y burgueses. No se trata en modo alguno de proveerse obligatoria y previamente de «vínculos» con uno y otro sindicato; de lo que se trata es de que solo la victoria de la insurrección obrera y campesina puede satisfacer a las masas de ferroviarios y empleados de Correos y Telégrafos. … En Petrogrado hay pan para dos o tres días. ¿Podemos dar pan a los insurgentes?… Una de las mil observaciones de escepticismo (los escépticos pueden «dudar» siempre y solo se les puede refutar con la expe- riencia), de esas observaciones que descargan las culpas propias en cabeza ajena.
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