1917
7 esfuerzos imaginables para engañar a los pueblos, para encubrir la horrible desnudez de una paz imperialista —el reparto del botín— mediante frases enteramente falsas sobre una paz democrática, la libertad de las naciones pequeñas, la reducción de los armamentos, etcétera. Pero si es natural que la burguesía trate de engañar a los pue- blos, ¿de qué manera cumplen su deber los socialistas? De esto nos ocuparemos en el próximo artículo (o capítulo). Artículo (o capítulo) II El pacifismo de Kautsky y de Turati Kautsky es el teórico de mayor autoridad de la II Interna- cional, el más destacado dirigente del llamado «centro marxista» en Alemania, el representante de la oposición que organizó en el Reichstag un grupo aparte: el Grupo Socialdemócrata del Trabajo (Haase, Ledebour y otros). En varios periódicos socialdemócratas de Alemania se publican ahora artículos de Kautsky sobre las con- diciones de paz, parafraseando la declaración oficial del Grupo Socialdemócrata del Trabajo sobre la conocida nota del gobierno alemán que proponía negociar la paz. La declaración que exhorta al gobierno a proponer determinadas condiciones de paz contiene la siguiente frase característica: … Para que dicha nota (del gobierno alemán) conduzca a la paz, todos los países deben renunciar inequívocamente a toda idea de anexarse territorios ajenos, de someter política, económica o mili- tarmente a cualquier pueblo de otro Estado… Kautsky parafrasea y concreta este aserto y «demuestra» cir- cunstanciadamente en sus artículos que Constantinopla no debe pasar a poder de Rusia y que Turquía no debe convertirse en Estado vasallo de nadie. Examinemos más atentamente esas consignas y esos argu- mentos políticos de Kautsky y de sus correligionarios. Cuando se trata de Rusia, es decir, el rival imperialista de Alemania, Kautsky no plantea exigencias abstractas o «generales»,
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